Crucero por Alaska - KETCHIKAN
Publicado el 07 de octubre de 2015 por Alicia.
Publicado el 07 de octubre de 2015 por Alicia.
Después de salir de
Seattle y navegar durante un día entero rodeando la isla de Vancouver y en
dirección a Alaska, llegamos a Ketchikan, una pequeña ciudad, muy coqueta, con
construcciones muy coloristas y fácil de visitar en una escala de crucero.
Durante el día de
navegación nos dieron la opción de visitar las cocinas del barco, algo que, a
pesar de ser todas prácticamente iguales, siempre me resulta curioso y me gusta
ver como se organizan en esa trastienda inmensa que nos facilita magníficos
momentos culinarios durante el crucero. Esa misma noche, fue la primera noche
de gala donde el capitán y su tripulación se presentaron ante el pasaje en el
pequeño teatro del barco.
Ketchikan es
conocida como la “capital del salmón” porque es posible verlos remontando el
río cuando llega la temporada de la reproducción y a toda la industria
vinculada a la pesca y envasado de este pescado. Está situada en un bonito
emplazamiento, rodeada de montañas y bosques y se ha convertido en un centro turístico
muy importante desde hace ya bastantes años pues es uno de los puertos de
escala más importantes de los cruceros que realizan su ruta por Alaska. A
través de sus amplias calles vamos a poder recorrer una ciudad que tiene mucho
que ofrecer.
El barco atraca en
el centro de la ciudad y desde allí es fácil recorrerla a pie. Al bajar podemos
encontrar un autobús gratuito que hace un pequeño recorrido por la ciudad y
hasta un centro comercial. También hay una oficina de turismo bastante completa
con mapas y mucha información. En el muelle, “The Rock” una gran escultura de
bronce que refleja la historia de la ciudad, te da la bienvenida.
Mi recorrido empieza
a pié de barco, caminando por Mission st. donde se pasa bajo un enorme arco con
el nombre de la ciudad.
Aquí ya podremos
comprobar la gran actividad comercial que tiene Ketchikan. Muchas tiendas,
bares y restaurantes por todas partes que esperan amablemente a los turistas.
Caminando por
Mission st. se llega a una pequeña iglesia de fachada blanca, St. John’s
Episcopal Church cuyo sencillo interior de madera, resulta muy cálido y
acogedor. Al final de la calle se encuentra un enorme tótem dedicado al jefe
Johnson, tallado en cedro, con un águila en la parte superior y representativo
de tiempos en los que la tribu Tlingit habitaba el lugar.
En la parte
posterior se puede ver el río y un paso hacia la colorista Creek st.
Pero mi ruta
continua por Dock st. donde se encuentra el Tongass Historical Museum donde se
pueden ver exposiciones locales temporales y permanentes, fotografías antiguas,
libros y artículos históricos pertenecientes a antiguos pobladores de la zona.
Siguiendo por Park
ave. se llega a un puente que cruza el río y desde donde podemos tener unas
bonitas vistas. Desde allí se puede acceder a una plataforma a modo de mirador
para contemplarlo y poder ver los salmones que lo remontan cuando es la
temporada. También desde allí arranca el Married Man’s Trail, un estrecho
camino que circula paralelo al río, atravesando el bosque y que llega de nuevo
a Creek st. Se dice que por ese escondido camino bajaban los maridos hacia las
casas de citas.
Creek st es la zona
más famosa de la ciudad. Casas de madera junto al río, de diversos colores y que dan un toque de
color a Ketchikan. Antiguamente estos edificios sobre el agua eran burdeles y en
la actualidad se han convertido en tiendas de recuerdos que venden objetos de
artesanía local y todo tipo de objetos curiosos. En uno de sus escaparates se
puede ver un diario de 1867 en el que se habla sobre la compra del territorio
de Alaska por parte de USA. En el interior de las tiendas de Ketchikan podemos
encontrar cualquier cosa para llamar la atención del visitante, desde
fotografías antiguas a un oso o un coche. Durante todo el viaje esta será la
tónica en la gran mayoría de las tiendas visitadas.
En Dolly’s House Museum,
una destacada casa de Creek st. de color verde claro situada en el número 24, podemos
encontrar antigüedades, fotografías e incluso un vídeo de la señora Dolly que
regentaba la casa y ofrecía compañía femenina a pescadores y mineros que
pasaban por allí.
Paseando por allí,
entre las casa, se puede observar un pequeño funicular de color rojo que sube
hasta Cape Fox Hill en lo alto de la colina para desde allí poder realizar
paseos por el bosque.
Al final de Creek
st. se encuentra el puente Stedman y la calle del mismo nombre por donde inicié
mi regreso hacia el muelle. Por el camino se pueden encontrar muchísimas
tiendas, algunas muy grandes y que ofrecen precios muy bajos y descuentos.
Quizás, después de haber realizado todas las escalas, puedo decir que es la
ciudad más asequible para las compras ya que vamos a encontrar infinidad de
objetos de artesanía, los mismos que encontraremos en tiendas de otras
poblaciones y a mejor precio. También encontraremos cafeterías, bares y
restaurantes para hacer un receso antes de regresar al barco.
La naviera ofrece
excursiones en Ketchikan para visitar los Misty Fjords en barco o bien
sobrevolarlos, visitas a los bosques para avistamientos de fauna local, pesca y
excursiones temáticas dedicadas a los amantes del arte culinario o de aventura.
De este modo, durante las nueve horas que dura la escala se puede optar por la
visita a la ciudad, realizar una excursión de larga duración o bien compaginar
la visita a Ketchikan con una excursión más corta.
La navegación
escénica después de salir de Ketchikan resulta muy agradable porque transcurre
por una zona bastante estrecha, donde podemos observar los bosques, las
montañas y la población junto al mar. Allí es el primer lugar donde pude
observar muchos hidroaviones, un gran tráfico de ellos y también las primeras muestras
de la fauna local.
Os dejo algunas
fotos de mi recorrido por esta bonita ciudad.
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