Crucero Capitales Bálticas - HELSINKI
Publicado el 18 de octubre de 2015 por Antonio.

Nuestra escala de hoy es Helsinki, la capital de Finlandia tiene buen servicio de transporte público y el barco nos deja a unos pasos del enlace con la red de tranvías, así que este será el medio más utilizado en nuestro recorrido.

Como casi siempre nuestro principal dilema en cada escala es que ver y que dejar de ver, Helsinki tiene muchos atractivos y nosotros, conscientes de que no son ni mucho menos los únicos, hemos elegido estos para nuestra visita.

A pocos metros de la terminal marítima se encuentra el final de la línea 9 de tranvías, allí en las máquinas expendedoras automáticas (de color azul, las rosas no valen) compramos el ticket de 1 día, os lo aconsejo es mucho más cómodo que los billetes sencillos y a la tercera vez que subes al transporte público ya lo has amortizado.

Ahora que ya tenemos título de transporte "legal", cogemos el tranvía número 9 y bajamos en Simonsgatan, para ver una bonita iglesia, la Capilla del Silencio, está abierta de 8h a 20h.


La Capilla del Silencio está construida totalmente en madera con forma redondeada, es muy original y destaca entre lo que la rodea. Parece un objeto depositado en el lugar por algún gigante que, en cualquier momento, volverá a recogerla. Si le dais la vuelta es como una gran taza o dedal o nido de un ave gigante y salvo por la pequeña entrada el resto es hermético, no tiene ventanas ni ningún elemento que rompa la línea continua y circular de madera rojiza con la que está construida.

El interior está realizado, también, exclusivamente en madera, pero aquí de color claro con una decoración sencilla y simple, nada desentona, todo acompaña a dar la sensación de tranquilidad y paz.

Frente a la iglesia tenemos la parada del tranvía, cogemos la línea 2 y bajamos en Opera. Aquí además del teatro de la Opera se encuentra el Estadio Olímpico.

El exterior del edificio de la Opera no tiene nada especia, así que hicimos la foto de rigor y nos dirigimos hacía el estadio.


El Estadio Olímpico de Helsinki es el más grande de Finlandia, fue sede de los Juegos Olímpicos de Helsinki del año 1952 y hoy en día es utilizado para conciertos y algunas actividades deportivas. Destaca la torre del estadio de color blanco y 72 metros de altura abierta al público y desde la que se pueden ver excelentes vistas de la ciudad.

Seguimos a pie hacia el parque Sibelius, pasando por las cocheras de los tranvías y el museo del tranvía que está adosado a las cocheras.

Nuestro objetivo en el parque Sibelius es ver el monumento dedicado al célebre compositor, Jean Sibelius, en el parque que lleva su nombre. Se trata de una composición de tubos de acero, semejante a un órgano gigante, por los que, al circular, el viento emite diversos sonidos. Es una estructura que impresiona cuando estás a sus pies, pesa unas 24 toneladas y tiene cerca de 600 tubos de acero sostenidos por tres pilares a las rocas de la base.


A un lado y formando parte del conjunto hay una efigie del compositor.


Para salir del parque cambiamos el tranvía por el autobús, cogemos el número 24 para bajar cerca de la Iglesia de Piedra, nuestra siguiente visita.

La iglesia luterana de Temppliaukio es una iglesia excavada en la roca, iluminada por la luz natural que entra a través de su cúpula de cristal

Su estructura interior es circular y tiene dos plantas, aunque la planta alta es prácticamente un estrecho círculo alrededor de la planta baja que es la principal, yo os aconsejo subir porque desde arriba tienes una buena vista panorámica del conjunto.

Contrasta su techo circular (parece un ovni) revestido de madera con el borde de cristal, por el que se filtra la luz, y las paredes excavadas en la roca sin acabar de alisar. Siendo de un estilo totalmente opuesto a la Chapel del Silencio que vimos al principio del recorrido, ambas comparten la originalidad y singularidad de sus materiales y estilo de construcción.


Volvemos al tranvía y bajamos en el puerto.

Primero entramos en el Old Market Hall, un bonito edificio muy bien conservado junto al muelle. Este mercado alberga en su interior pequeñas y diferentes tiendas donde puedes encontrar pescado, dulces, bebidas y también pequeños locales para comer o tomar café, todo ello con mucho estilo, muy bien presentado y limpio.


Justo en frente tenemos el Mercado del Puerto, su antagónico, aquí hay de todo y no solo comida pero ya no tenemos el diseño y la presentación anterior, esto es un verdadero mercado al aire libre lleno de gente y más popular. Podemos incluso comer pescado recién cocinado o frito en las pequeñas embarcaciones atracadas en el puerto, que de hecho forman parte del propio mercado junto con los puestos en tierra firme.


A unos 200 metros es visible la Catedral Ortodoxa Upenski, que casualmente cierra los lunes (hoy es lunes) y no podemos visitarla así que, nos conformamos con verla por fuera, la próxima vez será.

Está construida sobre una zona rocosa y elevada por lo que impone la visión desde la base, es una construcción robusta con fachadas de ladrillo rojo y cúpulas verdes coronadas por cruces doradas. Muy bonita.


Volviendo sobre nuestros pasos y después de atravesar el Mercado del Puerto nos encontramos con la fuente, Havis Amanda.

Havis Amanda es una escultura de una mujer desnuda que representa a una sirena que quiere abandonar su mundo acuático por lo que en lugar de la típica cola de pez tiene piernas, la sostienen cuatro peces y está rodeada por cuatro leones marinos. En su momento levantó muchas críticas por lo impúdico o inapropiado que representa la figura desnuda.


Seguimos andando hasta llegar a la Plaza del Senado, al llegar a ella sorprende su amplitud, es realmente grande. En su parte central tiene un monumento dedicado a Alexander II y en uno de sus lados la bonita Catedral Luterana de Tuomiokirkko.

La Catedral Luterana Tuomiokirkko abre de 9h a 18h tiene lavabos, cafetería y tienda. La vista desde la estatua de Alexander II impresiona, situada en lo alto de la escalera su silueta blanca destaca sobre el cielo. Todo en ella desde aquí, es, o parece ser muy grande.


El interior es muy sencillo pero merece la pena destacar las bonitas lámparas y el órgano.


Indicar que junto a la catedral se encuentra la Biblioteca Nacional de Finlandia aunque no teníamos interés en su visita.

Dando la vuelta a la manzana se encuentra la Holy Trinity Chuch que está cerrada y da la impresión que no es por la hora sino que es permanente. Esta información no está contrastada, fue la impresión que nos dio por el estado general exterior.

Seguimos caminando en dirección a la estación central de ferrocarril, queríamos pasar por la famosa Avenida Splendi pero nos confundimos y no la vimos.

Llegamos hasta el Parlamento que está en obras y tiene la fachada totalmente cubierta por andamios así que seguimos hasta la galería Kiasma, se trata de un moderno edificio de cortes cuadrados rodeado de césped y esculturas.


A unos pocos pasos encontramos la Estación Rautatientori. Está estación central de trenes es de estilo art deco, yo os aconsejo entrar y dar un paseo por dentro ya que, además de en la fachada principal, en el interior hay numerosas muestras de decoración en este estilo.


En la plaza de la estación, frente a su puerta principal, también podéis admirar diversos edificios históricos que la rodean.

Esta era nuestra última parada, justo aquí para el tranvía número 9 que nos dejará en el puerto, donde nos espera el barco para zarpar hacía nuestra siguiente escala, Estocolmo. Pero esto os lo cuento otro día, ahora, como siempre, os dejo algunas fotos de esta bonita ciudad de Helsinki, espero que os guste.

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