Crucero por Alaska - JUNEAU
Publicado el 13 de octubre de 2015 por Alicia.

Juneau es la capital del estado de Alaska y junto a Honolulu, son las dos capitales de estado en USA a las que sólo se puede llegar por aire o por mar. A pesar de su capitalidad, es una ciudad pequeña, muy parecida arquitectónicamente a Ketchikan pero para mi gusto,  sin tanto encanto. Sus edificios son bajos y de colores y acoge también edificios institucionales como el Capitolio pero no se ve muy cuidada y se pueden encontrar algunas construcciones bastante deterioradas.
Se halla ubicada al pié de los montes Juneau y Roberts y en el canal de Gastineau lo que hace que la ciudad sea estrecha y alargada bordeando el canal.
Desgraciadamente Juneau me recibió lloviendo y eso truncó mis planes de visitar el cercano Glaciar Mendenhall al que se puede llegar con los autobuses lanzadera privados que ofertan nada más bajar del barco o incluso en autobús urbano. La oficina de turismo tiene buena información, mapas y personal muy amable y también encontraremos una serie de mostradores de madera donde se pueden contratar excursiones para avistar fauna o visitar el glaciar y también el autobús lanzadera que llega hasta el centro de visitantes a la entrada del parque donde se encuentra el glaciar. Se tarda en llegar unos 45 minutos y una vez en el centro de visitantes, se camina por un sendero hasta llegar al glaciar.


Pero como ya he dicho, hubo que cambiar los planes pues la lluvia era intensa y había algo de niebla, lo que dificultaba la visibilidad y hacía el paseo algo tedioso. A pesar de ello, el personal de la oficina de turismo nos animaba a visitarlo porque ellos consideran que el glaciar es una visita magnífica y obligada sea cual sea las condiciones meteorológicas. En fin, será la próxima vez.
En Juneau también hay un teleférico que se eleva desde la zona del puerto unos 550 metros hasta el monte Roberts. Desde allí las vistas de la ciudad son espectaculares y también del canal Gastineau. Pero como el día no acompañaba y además en la parte superior del monte, la niebla hacía acto de presencia pues también tuve que tacharlo de la lista. No vale la pena subir a ver unas vistas, cuando no se ven!


Así que, en vista del panorama, sólo me quedó la opción de dar un paseo por la ciudad. Las calles de Juneau son más estrechas que en Ketchikan pero en la calle principal, Franklin st encontraremos mucha actividad comercial. Muchas tiendas de ropa, recuerdos, artesanía y todo tipo de artículos, pero sobre todo, joyerías. Me recordó algunas islas del Caribe donde se pueden encontrar muchísimas.
En la esquina de Franklin st con Admiral Way se encuentra  un edificio emblemático de la ciudad, el Red Dog Saloon. El lugar es uno de los más antiguos de Alaska y servía comida y bebida a los mineros de la época. Su arquitectura y vivo color rojo lo hacen fácilmente reconocible.
Caminando por la calle principal se llega a una pequeña iglesia ortodoxa, la iglesia de San Nicolás que en ese momento estaba en obras. En la siguiente manzana se encuentra la iglesia de la Natividad, más grande y que pude visitar en su interior. Otros edificios como el museo de la ciudad de Juneau o el Capitolio están en calles adyacentes en las cuales el ambiente comercial ya no es tan notable. En realidad, el movimiento comercial se encuentra a lo largo de Franklin st, donde también se pueden encontrar bares y restaurantes. Allí se concentra el movimiento turístico porque a la que te alejas de la arteria principal, las calles se ven bastante desiertas.


En las tiendas, al igual que en Ketchikan vamos a seguir encontrando muñecos simulando fauna autóctona pero aquí hubo algo que me llamó la atención y que no encontré en ningún otro lugar. Había diferentes modelos de nacimientos recreados con animales típicos y esquimales, algunos muy divertidos.
A lo lejos, entre la niebla se podía ver el Disney Wonder que también estaba atracado en la ciudad. No hay que olvidar que Juneau es una de las ciudades más visitadas de Alaska y que está en casi todas las rutas que hacen los cruceros por esa zona.
La escala en Juneau era de 14h lo que me permitió pasear durante la mañana por la ciudad tranquilamente, comer en el barco y volver a salir por la tarde a realizar alguna compra de última hora.
La naviera ofrece en esta escala excursiones a glaciares, por mar, por aire y también trekkings. Avistamiento de fauna, ballenas, paseos por los bosques, pesca y salidas culinarias para saborear el salmón de Alaska. Una gran diversidad de actividades para aquellos que prefieren realizar las excursiones de manera organizada.

Os dejo algunas imágenes de la Juneau aunque no era un día muy fotogénico.

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