Crucero Japón - KAGOSHIMA
Publicado el 16 de febrero de 2016 por Antonio.

El día se presenta muy nublado y con pronóstico de lluvias. Estamos atracados en el puerto de Kagoshima una tranquila ciudad, del extremo sur de la isla de Kyushu, poco frecuentada por el turismo occidental.




Una de sus típicas "estampas" es su volcán Sakurajima, cuya silueta se ve perfectamente desde el Diamond Princess, aunque hoy, entre las nubes y la lluvia, no se aprecie en todo su esplendor.




El Sakurajima es un volcán activo que lanza constantemente humo y ceniza en mayor o menor intensidad, ceniza que se acumula enseguida sobre todo en las zonas cuya limpieza no es constante como podéis ver en esta foto. La ceniza cubre los adoquines de la acera.




Antaño el volcán estaba en una isla, situada en la bahía de Kagoshima, pero una erupción en 1914 saco material suficiente para unirlo a la "isla madre" concretamente por el este a la peninsula de Osumi.



Después de pasear por cubierta y sacar algunas fotos del volcán, más bien de lo poco que se ve del volcán, y del puerto, bajamos a tierra donde nos esperan azafatas, personajes de cómics, carteles de bienvenida, etc., cada puerto parece una pequeña fiesta con la llegada del barco.




El puerto de Kagoshima está a 5 km. del centro y Princess, como siempre, a ver si aprenden otras compañías porque no todas lo hacen,  nos facilita un shuttle gratuito al centro.



Si venís con tiempo hay jardines y parques naturales en los alrededores, nosotros nos limitaremos al núcleo urbano que es lo que nos permite la escala.



El shuttle nos deja en el centro, a unos metros del Dolphin Port que será nuestra primera visita, se trata de una zona de paseo con terrazas, restaurantes y tiendas, aunque hoy es domingo y está todo bastante cerrado, además de que el día no acompaña mucho.




En esta misma zona se encuentra la terminal de ferrys y el acuario al que no entramos , no disponemos de mucho tiempo y tampoco tenemos especiales referencias de él que nos hagan plantearnos entrar.




Nos dirigimos hacia Parque Minato Odori que se extiende desde la orilla del mar, donde nos encontramos, hasta el Ayuntamiento. 




Se trata de un parque verde, con césped, muchas flores, monumentos y fuentes, muy popular entre los lugareños, sino que se lo digan a este grupo de "pequeños ninja" J




Llegamos al final del parque y por tanto al Ayuntamiento, cuya arquitectura tiene un "cierto aire" art decó.




Una cosa que me llamó la atención fueron los tranvías, hay muchos en la ciudad y cada uno tiene su estilo. Esta "caótica" diversidad de colores y modelos, unidad a mi "innata" atracción por las máquinas, hicieron que se me quedara el dedo enganchado al disparador de la cámara, os aseguro que tengo una "buena" colección de fotos, en el video veréis unos cuantos (no todos).




Algo peculiar de esta ciudad que no vimos en otras, al menos no con tanta frecuencia, son grupos de estatuas a tamaño real de personas cotidianas en una actitud totalmente natural y totalmente integradas en el "escenario" en el que se encuentran, en este caso, las aceras de las calles.




Como el que no quiere la cosa y pasito a pasito hemos llegado al Museo de Reimeikan, Centro de la Prefectura de Material Histórico de Kagoshima.




El museo está situado en el recinto del Castillo de Tsurumaru que tiene una impresionante muralla a su alrededor, que a su vez está rodeada por un foso abarrotado de nenúfares con unas magníficas hojas, tan tupidas que es imposible ver el agua y con unas preciosas flores como la que podéis ver en esta foto.




El paseo por el recinto es muy agradable, impregnado por esa armonía que tan bien saben conjugar los japoneses.



Saliendo del Castillo y adosado a él se encuentra la biblioteca municipal



y el Museo de Arte de Kagoshima, como veis se trata de dos edificios modernos de líneas sencillas.




Saliendo del museo de arte, a mano derecha, hay un pequeño jardín en un montículo en el que podemos ver la estatua de Takamori Saigo.




Takamori Saigo nació en Kagoshima en 1827 y fue uno de los hombres importantes en el nacimiento del "Japón moderno".




Atravesamos el llamado "Central Park" una extensa plaza abierta que cuenta con algunas esculturas singulares y una original "fuente del volcán"




Para llegar a un paraje con un nombre más conocido por nuestra cultura, el Parque Conmemorativo a San Francisco Javier y su iglesia.




Construidos en 1949 para celebrar el 400 aniversario de la llegada de San Francisco Javier a Kagoshima en 1549. Fue el primer misionero que introdujo el cristianismo en Japón.




Algo que no he comentado, aun, en este hilo de publicaciones de Japón y que es bastante habitual en todas las ciudades son las norias, hay muchas y acaba siendo una silueta que buscas sin darte cuenta, el "subconsciente" va con el radar puesto hasta que la ve y te la pasa al "consciente",  ¡mira!, ¡ahí y está la noria! y ¡zas!, foto.




Para acabar nos dejamos de parques, monumentos y demás temas del espíritu y nos pasamos al "shopping" y para eso nada mejor que el centro, aquí encontramos locales comerciales, galerías, restaurantes y pachinkos, 



les gusta mucho este tipo de locales y tienen donde escoger porque hay "bastantes".



Os gustan las tartas, pues ¿a ver qué os parecen estas?, son de verdad y se comen aunque de pena por lo bonitas que son.




Se nos acaba la cuerda y el tiempo, hay que volver, en el puerto nos espera, a pesar de la lluvia, una banda para despedirnos con música, impresionante, gracias de verdad, con la que está cayendo y ellos ahí aguantando y tocando para decirnos adiós.



Adiós Kagoshima, hasta siempre, no ha sido una ciudad espectacular, pero dentro de su sencillez ha sido una escala muy agradable y lo mejor sigue siendo su gente, gracias por hacernos sentir tan bien y por acogernos con tanta simpatía



Aquí os dejo algunas imágenes de Kagoshima, la mayoría bajo la lluvia J
Crucero Japón - BEPPU
Publicado el 13 de febrero de 2016 por Antonio.



La primera noche a bordo nos informaron de que el barco realizaría un cambio en su ruta prevista, debido a tifón Neoguri, el más poderoso del los últimos 15 años, en lugar de navegar hacia el sur por el este de Japón, lo hacemos por el oeste, bordeando primero el norte de la isla. El día desde inicio ha estado nublado y a partir de la tarde la niebla se ha ido haciendo cada vez más densa, navegamos tocando la sirena de forma constante y la visibilidad es prácticamente nula.



Después de tres días de navegación alcanzamos el estrecho de Kanmon, aquí como el lógico el tráfico marítimo se hace más denso y vamos rodeados de barcos constantemente, una curiosidad, a ver qué os parece esta foto Venecia ¿no?, pues estamos en el estrecho de Kanmon y esto es Japón


Amanece de nuevo y al levantarnos, nuestro barco ya está atracado en Beppu.


Princess nos facilita un shuttle, de cortesia, que nos lleva desde el muelle al centro de Beppu, justo frente a la estación central de tren. Así que esta es nuestra primera opción para desembarcar.



Una constante en Japón es la amabilidad de su gente y las muestras de bienvenida que nos ofrecieron en cada puerto, al llegar y al salir, con danza, música, etc.



Beppu es conocida como "la ciudad balneario",  cuenta con más de 110 

establecimientos públicos. Sus aguas termales procedentes del "interior de la tierra" 
emergen principalmente en nueve "fuentes" conocidas como "los nueve infiernos de Beppu", para nosotros esta es la principal atracción y por lo tanto lo que tenemos 
previsto visitar.


Son muchas las variedades de baños que se pueden tomar en los onsen de Beppu: baños de agua caliente. de vapor, de arena. de barro, etc



Los autobuses son azules y la estación de autobuses más cercana Kamenoi Bus Rokusyouen.



La forma de usar los buses en Beppu es diferente del resto de Japón: Se accede por la puerta central, se toma un billete de la caja de entrada (roja). Un panel te indica la cantidad a pagar según el número de paradas




 y se paga a la salida por la puerta del conductor insertando el dinero en una caja automática.




Para llegar al primer grupo de infiernos se puede coger cualquier autobus que vaya a Kannawa (buses 2, 5, 7, 9, 17, 41 y 43) y bajar en Umi-jigoku-mae. Desde Kannawa se llega o otros dos infiernos con el autobús número 16, aunque nosotros preferimos hacer este trozo a pie.



El primer infierno que visitamos es Umi-jigoku. Tiene una preciosa laguna de color azul donde el agua emerge desde los 200 metros de profundidad a 98º C




Mejor no tocar, pero como veis se cuecen huevos.




Este infierno tiene además mucha vegetación de un color verde vivo




y otras emanaciones de aguas ferrosas de colores cobrizos, como veis todos los colores son muy llamativos y su combinación hace del conjunto algo único y agradable a la vista.




Para que no falte de nada también podemos ver un pequeño lago con nenúfares gigantes que pueden llegar a soportar el peso de un niño (de hecho en el centro de visitantes hay fotos con niños subidos en los nenúfares para demostrar que es cierto)




Y por último, aunque no pudimos acceder porque estaba en restauración, cuenta con un pequeño santuario sintoísta al que se accede por un camino de torii, todo ello en un rojo vivo que hacen aun más vistoso todo el conjunto.




A escasa distancia se encuentra nuestro segundo infierno, el Oniishibozu Jigoku. Su principal característica son sus piscinas de barro hirviendo de las que brotan constantemente burbujas.




Aquí los colores son más neutros pero no por eso deja de ser atractivo, aunque no lo he mencionado antes, en ambos infiernos hay zonas para sentarse y remojar los pies en el agua calentita.




Para acceder al siguiente infierno hay que caminar unos 2,5 Km, pero no os preocupéis todo está muy bien señalizado y el paseo es muy agradable.




El Chinoike Jigokul "Infierno de sangre" por el color rojo de sus aguas es espectacular




Nuestro último infierno (para mí el más flojo de todos) es el Tatsumaki Jigoku,  El "Chorro del Infierno" y como podéis deducir por su nombre se trata de un "pequeño" geiser del que mana agua a presión cada 30-40 minutos durante unos 4 o 5 minutos.




Finalizado nuestro "viaje a los infiernos" volvimos en bus al centro de Beppu con intención de dar una vuelta y pasear por sus calles. Siempre encuentras algo que te llama la atención en estas ciudades.




Desde aquí y agradeciendo a Princess su cortesía nos volvemos en el shuttle al barco.



Hoy, ha sido un gran día!  Hemos visitado todo lo que teníamos previsto en la agenda, sin prisas, en un entorno realmente único. Nos llevamos un grato recuerdo de Beppu y sus "paradisíacos infiernos" 


Os dejo como siempre las imágenes del día