Norwegian EPIC. Mediterráneo y Atlántico. 
Primera parte.
Publicado el 10 de abril de 2016 por Alicia.


Nuestro último crucero lo hemos realizado por una ruta ya conocida, recorriendo Mediterráneo y Atlántico y visitando norte de África, Canarias y Funchal con el Norwegian Epic, un barco que nos atraía mucho por el gran número de opiniones controvertidas que se derivan de su diseño y estructura. Hemos aprovechado la ruta para descansar, relajarnos, como siempre descubrir algún rincón nuevo y fundamentalmente, disfrutar del barco.


Los Accesos

En esta ocasión el puerto de partida era Barcelona, lo que hacía que nos olvidáramos del avión y todos sus inconvenientes. El embarque fue bastante rápido. La hora prevista era a partir de las 12 y a pesar de que había una larga cola para pasar el control de equipaje a la entrada de la terminal, funcionaba de manera muy fluida y rápida, con lo que en poco más de veinte minutos estábamos a bordo. Había mucho personal orientando y atendiendo tanto en el interior como en el exterior de la terminal.


El desembarque también fue muy rápido pero tiene ciertas particularidades que lo hacen diferente al que hemos vivido en otros barcos. Para empezar, lo habitual que hemos visto en otros cruceros es que uno o dos días antes del desembarque te dejan en el camarote unas etiquetas de color que marcarán el horario del desembarque. El desembarque se suele hacer siempre por código de colores y se asignan las diferentes horas, desde por la mañana muy temprano hasta una hora máxima que acostumbra a ser las nueve y media, a un color determinado.


Pues bien, en el Epic no funciona así. Las etiquetas están a disposición de los clientes el día antes en una estantería junto a recepción y puedes acercarte y retirar las del horario que más interesa, comprobándolo siempre con un listado que hay en una pantalla gigante. Claro, lo que puede ocurrir, como nos pasó a nosotros, es que no haya las del horario que quieres ya que en ningún momento se anuncia en el diario de a bordo el sistema de recogida de las etiquetas. Si se consulta en atención al cliente, te ofrecen dos posibilidades. La primera que desembarques cargando con tus maletas a la hora que te parezca más conveniente y la segunda, dejar las maletas en la puerta del camarote la noche anterior, antes de las 12 de la noche y recogerlas en la terminal al desembarcar. Para esta segunda necesitas colocar una etiqueta de color a la maleta y te dicen que si no se corresponde con el horario que quieres, como era nuestro caso, que bajes igualmente a la hora que quieras porque las maletas estarán en la terminal esperándote. He de decir, que no nos gusta que las maletas estén en la terminal durante horas porque no suele haber mucho control y cualquiera puede llevarse la maleta, en este caso en el puerto de Barcelona, pero en los puertos que conozco, funciona de la misma manera. Recoges tu maleta y sales de la terminal y nadie comprueba que la maleta que te llevas es la tuya. Por tanto y por el recelo que nos produce el tema, optamos por desembarcar con nuestras maletas directamente. Cierto es que para descender a la terminal en Barcelona hay rampas y resulta cómodo y fácil.


No me parece ni mejor ni peor sistema, simplemente diferente. En otros barcos te dan la etiqueta correspondiente y si la quieres cambiar porque el horario no es el que quieres, a veces te las cambian y a veces no, con lo cual las opciones que te quedan son exactamente las mismas.
Como ya he dicho, la hora máxima de desembarque está prevista para las nueve y media y permiten que se haga uso del camarote hasta ese momento, facilitando de ese modo el poder ir a desayunar antes de bajar del barco sin cargar con el equipaje de mano.

Los accesos al barco durante las escalas no presentaron aglomeraciones en ningún momento a pesar de la cantidad de pasaje que había a bordo.


Las Escalas

La ruta del barco empezaba en Barcelona y durante once días realizaba escala en Tánger, Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Funchal y Málaga con varios días de navegación que nos permitieron combinar el disfrute de los puertos de escala y del barco.


Para nosotros resultaba una ruta bastante familiar, ya que algunos de sus puertos ya los habíamos visitado en otras ocasiones. Pero Tánger era la gran desconocida y he de decir que cumplió perfectamente con nuestras expectativas al encontrar una ciudad muy limpia y cuidada donde la gente no te agobia y que se puede recorrer perfectamente tanto su centro histórico como la zona más moderna durante el tiempo de duración de la escala.

En Las Palmas también recorrimos el centro histórico y dimos un paseo por sus calles más modernas y su playa.




En Tenerife, Funchal y Málaga, recorrimos el centro y aprovechamos para realizar compras.

Como siempre la naviera ofrece diferentes excursiones en cada escala para visitar el puerto de atraque o bien los alrededores, pero en nuestro caso realizamos todas las visitas por nuestra cuenta.

Más adelante ya hablaremos detenidamente de estas escalas para aquellos que tengan curiosidad y las vayan a realizar en el futuro. Al tratarse de ciudades cercanas al puerto, son de fácil acceso y se puede aprovechar muy bien el tiempo de la visita.

En nuestra próxima entrega os hablaremos a fondo de todos los detalles del Norwegian Epic, todas las opciones que ofrece y como disfrutarlo al máximo.


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