Crucero por Alaska - GLACIAR HUBBARD
Publicado el 05 de noviembre de 2015 por Alicia.
Publicado el 05 de noviembre de 2015 por Alicia.
Llegamos al glaciar con un
par de horas de retraso sobre el horario previsto debido a un incidente que
tuvo lugar la tarde anterior, poco después de salir del puerto de Kodiak.
Al parecer un pasajero se
indispuso gravemente y eso hizo que el capitán se pusiese en contacto con la
marina de Kodiak para coordinar la evacuación en helicóptero. El barco ralentizó
su marcha hasta la llegada del helicóptero para que se pudiera realizar la
maniobra. Por supuesto, prohibieron la salida a las cubiertas exteriores y que se
realizasen fotos con flash, para evitar el correcto desarrollo de toda la
operación. Una vez finalizada, el barco siguió su ruta a la velocidad normal.
El Glaciar Hubbard es
inmenso, una gran pared de hielo con todas las tonalidades de azul que podamos imaginar y que ofrece una visión impresionante y majestuosa. Al
contrario que el Glaciar Sawyer que está al final de un fiordo, este es muy
abierto y se ve desde alta mar. Eso es lo que hace que a mí particularmente me
parezca más curioso y original el primero. Pero no hay que quitarle espectacularidad.
Como
siempre, es posible ver pedazos de hielo flotando alrededor del barco, algunos
de un tamaño considerable y también se puede ver perfectamente la lengua de
hielo que desciende por la montaña. Algunas focas reposan tranquilamente sobre
los trozos de hielo desprendidos junto al glaciar.
También tuvimos la oportunidad de ver como se desprendía el hielo en varias ocasiones y del atronador ruido que se oye cuando eso ocurre. Es impresionante.
En esta ocasión pudimos encontrar realizando también la visita al glaciar al Seven Seas Navigator de Regent. La pena es que el día no
acompañaba. Este junto con el día de Juneau, fueron los dos únicos días de lluvia
intensa que encontramos durante el viaje. Eso impedía podes hacer fotos
correctamente desde la proa del barco pero, afortunadamente, en el Statendam se
puede recorrer todo el barco por la cubierta de paseo y eso hace posible que se
pueda contemplar el magnífico escenario desde cualquier punto y sin mojarse.
Como siempre, Holland America
colma de atenciones a sus pasajeros y ofrecía chocolate bien caliente para
combatir las frías temperaturas y el viento que hacía ese día. Además, una
narración en inglés iba explicando todo lo que se podía ver desde la posición
del barco.
El Statendam permaneció tres
horas en la zona para el disfrute de todos los pasajeros y ya cuando empezó a
retirarse, también las nubes empezaron a dejar pasar algún rayo de sol, como
casi todas las tardes por aquellas tierras.
Os dejo un completo reportaje fotográfico del glaciar con todos sus detalles.
Alaska es visita obligada, si ello es posible, claro.
ResponderEliminarAlaska es visita obligada, si ello es posible, claro.
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