Crucero por el Índico. De Singapur a Abu Dhabi.
Publicado el 5 de junio de 2017 por Alicia.


Una vez más, realizando una de esas rutas de crucero diferentes pero que tocan puertos muy interesantes y vale la pena aprovecharlas para visitar lugares que no son tan comunes en un crucero.


En esta ocasión, el crucero partía de Singapur y durante quince días navegaba por el Índico hasta llegar a Abu Dhabi. Una ruta de la que ya conocíamos algunos puertos pero que los que no eran conocidos, resultaban muy atractivos. Después de zarpar de Singapur, el barco hacía escala en Phuket (Tailandia), Colombo (Sri Lanka), Cochín, New Mangalore, Goa y Bombay (todos puertos de India), Muscat (Omán), Dubái y Abu Dhabi en los Emiratos Árabes. También pudimos disfrutar de seis días de navegación entre escalas que siempre van muy bien para relajarse y reponer fuerzas.
Afortunadamente, pudimos disfrutar de un clima estupendo, unos días magníficos de sol y un mar en calma durante toda la travesía.

Para trasladarnos hasta Singapur, lo hicimos con Finnair y nos sorprendió gratamente. Los aviones son muy nuevos, bastante espaciosos y el servicio está muy bien. 



Hicimos escala en Helsinki durante nueve horas y aprovechamos para acercarnos a la ciudad y recorrerla porque aunque ya la conocemos de otros viajes, siempre resulta interesante pasear por sus calles. El día era espectacular, sol radiante, pero con cero grados!!!! Para trasladarnos del aeropuerto de Helsinki al centro de la ciudad lo hicimos con el tren que lleva hasta la estación central. El billete cuesta cinco euros por trayecto y lo cubre en algo menos de media hora.



El vuelo de regreso, por el contrario, nos defraudó bastante ya que volábamos con la compañía de Abu Dhabi, Etihad y pensábamos que sería similar a Emirates o Qatar. Pues no, nada que ver. Avión muy estrecho y servicio muy limitado, similar a una compañía de bajo coste. Además, en el aeropuerto la organización es algo caótica y descontrolada. Parece ser que el aeropuerto está en vías de expansión pues se ha quedado pequeño para el tráfico que tiene. Seguro que con las reformas, en breve, será un gran aeropuerto.



El vuelo era hasta Düsseldorf y allí pasábamos casi catorce horas de escala antes de regresar a casa. Como no conocíamos Düsseldorf, ya teníamos contemplado aprovechar la escala para recorrer la ciudad. El tiempo nos acompañó y nos permitió hacer turismo durante todo el día. De nuevo nos trasladamos al centro de la ciudad con el tren del aeropuerto que también, en poco más de media hora, hace el recorrido por un precio bastante económico. En nuestro caso, al ser cuatro personas, aprovechamos para comprar un billete de grupo (en Alemania es habitual y sale muy a cuenta) que además nos permitía tomar todos los transportes de la ciudad durante toda la jornada.


El regreso hasta casa lo hicimos con Air Berlin y también nos decepcionó bastante porque salimos con retraso, como la mayoría de los vuelos de Air Berlin que salían desde allí y el embarque también fue bastante desorganizado.

En conclusión, muy bien Finnair pero Etihad y Air Berlin, dejaron mucho que desear.

Llegamos a Singapur un par de días antes para aprovechar y recorrer la ciudad. Ya la conocíamos de un viaje anterior pero había lugares a los que queríamos volver, como el barrio indio, la zona de la bahía, recorrer la orilla del río y por supuesto, visitar de nuevo The Gardens by the Bay, un lugar que me parece fascinante y que creo que nadie debería perderse. Además, en esta ocasión, visitamos el jardín Chino y Japonés que no lo conocíamos y nos sorprendió gratamente.





Nuestro hotel estaba muy bien ubicado, tanto para trasladarnos desde el aeropuerto con el metro directamente al hotel, como para luego ir al puerto con el autobús 402 que te deja en la misma terminal de cruceros.


Para trasladarnos por Singapur compramos una tarjeta “eZlink” que es una tarjeta monedero con la que se pueden tomar todos los transportes de la ciudad.






El clima en Singapur fue bastante variable. Llegamos en plena tormenta pero al cabo de un par de horas ya se había despejado. Al día siguiente amaneció un día espléndido  pero a media mañana de nuevo volvieron las nubes y la lluvia torrencial durante unas horas hasta que se volvió a despejar. Así, los dos días que estuvimos allí menos el último que fue completamente soleado. A pesar de la lluvia, no nos impidió hacer nuestra ruta, recorrer la ciudad y fotografiarla.
El embarque fue muy rápido, no había prácticamente nadie porque lo hicimos sobre las dos de la tarde y también porque el barco, que venía en ruta desde sudeste asiático, llegó el día anterior al puerto de Singapur.
El barco, el Celebrity Constellation era ya un viejo conocido para mí. Concretamente, era la tercera vez que viajaba con él. Tiene unas dimensiones muy buenas para moverte y no sentir falta de espacio, pero sin ser un mega barco. 



Las zonas públicas están bastante bien conservadas pero los camarotes, ya necesitan una remodelación. Los balcones están bastante destartalados, los baños y supongo que, ya que ha ido a dique seco, aprovecharán para reparar todas esas cosas.  






Pero el barco en general es muy cómodo para relajarse durante la navegación y disfrutar de todo lo que ofrecen. Hay diversas actividades durante todo el día, cine, espectáculos y música en vivo en diferentes rincones del barco. La atención del personal, muy buena y eso ha contribuido a que el crucero haya sido muy satisfactorio.






La primera escala que realizamos fue Phuket y aquí ya teníamos reservada una excursión con la naviera para ir a Phang Nga Bay, visitar un templo-cueva, un poblado de casas flotantes y la mítica isla de James Bond. Decidimos hacerlo con la naviera por la gran distancia que había que recorrer ya que consideramos más seguro, en esos casos, trasladarnos directamente con ellos por si hay algún problema o retraso a la hora de regresar al barco.



El barco fondea en la bahía de Patong Beach y el desembarco se hace con tenders. Desde allí y hasta nuestro destino había unas dos horas de autocar y otro tanto de regreso pero vale la pena porque la excursión es muy completa, la asistencia muy buena y en general, la experiencia resultó excelente.


Tras dos días de navegación llegamos a Colombo capital de Sri Lanka. Ya sabíamos que no era una ciudad demasiado atractiva pero la habíamos estudiado sobre el mapa y habíamos encontrado lugares que podían resultar interesantes. 





Así que a primera hora, bajamos del barco, tomamos el transfer que te lleva del barco a la salida del puerto y nos dispusimos a recorrer la ciudad por nuestra cuenta. Nada más salir del puerto nuestro paseo se convirtió en un verdadero agobio de gente que no nos dejaba caminar, que nos perseguía, que no te dejaban pasar, que estaban literalmente encima nuestro para ofrecernos sus servicios. Lo siento, pero aunque puedo entender la necesidad que tienen de ser insistentes, creo que no se puede llegar al punto del agobio de esa manera. Así que esa fue la tónica del día lo cual, a mí personalmente, no me ayudó a disfrutar del lugar ni a sentirme cómoda. A pesar de todo, recorrimos parte de la ciudad, encontramos lugares curiosos y estuvimos siempre, muy acompañados!!!








Nuestra siguiente escala era Cochín en India. 





La intención que teníamos era de recorrer todas las escalas a nuestro aire a excepción de Goa que, al haber de nuevo una gran distancia a los lugares que queríamos visitar, ya teníamos contratada (on line) la excursión con la naviera. Pero después de lo ocurrido en Colombo, nos replanteamos la situación. No estábamos dispuestos a sufrir ese agobio en cada escala porque eso no te permite disfrutar plenamente de todo lo que ves. En una escala de crucero hay pocas horas y las pocas que tienes, quieres aprovecharlas y visitar los lugares más interesantes a gusto. Así que la decisión fue realizar excursiones organizadas para ver, más o menos, porque ya sabemos que nunca va a ser lo mismo que si realizas la excursión a tu aire, todo aquello que considerábamos interesante en las escalas. Y vaya cambio!!!!






Sí, hay la misma gente, te quieren vender de todo (lógico) te ofrecen mil cosas pero al tratarse de una excursión organizada respetan que los guías están hablando y sólo se dirigen a ti cuando caminas o estás libremente haciendo fotos. De este modo visitamos Cochín, New Mangalore y Goa. En todas ellas encontramos arquitectura muy diversa, lugares sorprendentes y gente encantadora. El servicio es bueno, los traslados en autocares con aire acondicionado, algo que realmente se agradece con las temperaturas que corren por allí y te facilitan agua embotellada durante la excursión. Realmente, estoy convencida de que realizar las excursiones organizadas, fue un acierto para aprovechar bien el corto tiempo de escala.
Todas las escalas de India son muy distintas. Cochín es muy rural y vive mucho de cara al mar donde el arte de la pesca es un medio de vida muy tradicional. Como contraste, conserva arquitectura colonial muy bella.






New Mangalore, una gran ciudad, muy poblada donde pudimos disfrutar de la cultura india, de sus templos, sus tradiciones pero también sin olvidar ese pasado colonial.






Además, en New Mangalore tuvimos la oportunidad de visitar una factoría en la que se trata el Anacardo y que brinda trabajo a muchas mujeres indias que son la mano de obra mayoritaria en esta empresa.



Y donde más evidente se hace y mejor conservada está esa cultura que heredaron de las colonias es en Goa. 





Imponentes iglesias, muy bien conservadas que te trasladan a tiempos lejanos y que se encuentran aisladas del mundanal ruido. Un lugar interesante.









Pero nos quedaba Bombay. 






Al tratarse de una gran ciudad y en la que teníamos once horas de escala, fue la única que decidimos volver a intentar pasear por nuestra cuenta a ver qué tal era la experiencia esta vez. Y no tuvo nada que ver. Si, a la salida de la pequeña terminal de cruceros hay mucha gente ofreciendo sus servicios, que también te siguen y persiguen para conseguir algo pero eso se limita a un par de calles. 



Después ya puedes pasear por la ciudad con tranquilidad y disfrutar de un lugar magnífico, de una gran ciudad, de gente muy amable, y de una arquitectura sorprendente. Me gustó mucho Bombay y resultó ser un lugar muy agradable. Eso sí, es una ciudad muy extensa, hay que tener tiempo para entretenerse en ella y un buen calzado!!!











Y una vez finalizado nuestro periplo por India, llegamos a territorio árabe, Muscat.





En Muscat, Dubái y Abu Dhabi ya habíamos estado con anterioridad así que se trataba, al igual que hicimos con Singapur, de volver a recorrer lugares que nos gustaron mucho y a intentar descubrir alguno nuevo. En todas estas escalas tomamos el bus turístico como habíamos hecho la vez anterior ya que están en el mismo puerto, a pié de barco y recorren los lugares más emblemáticos, permitiéndote bajar en aquellos que te interesan y además tener una visión general de la ciudad. Además en Abu Dhabi, hicimos un pequeño recorrido en barco para admirar el skyline de la ciudad tal como hicimos en su momento por el Creek de Dubái.






Muscat a mí me sigue pareciendo la más auténtica, la más tradicional, la más árabe. He de reconocer que me gusta mucho la ciudad y que al hallarse rodeada de montañas, parece una ciudad oculta y misteriosa con muchísimo encanto.







Dubái i Abu Dhabi son las reinas de la arquitectura moderna. Ambas ciudades parecen competir en conseguir los rascacielos más vistosos, altos y espectaculares. Y realmente, creo que en muchas ocasiones, lo consiguen. 








Aunque hay que destacar la gran joya de Abu Dhabi, la mezquita Sheikh Zayed, un edificio de gran belleza tanto en el exterior como en su interior. Afortunadamente está abierta al turismo y podemos disfrutar de esta espectacular mezquita y fotografiarla.











Y en Abu Dhabi tocaba su fin nuestro crucero. Una travesía tranquila y relajante por el Índico con escalas llenas de color, de cultura y de vida y en un barco con buen servicio y atenciones que nos han hecho disfrutar en general de todo el crucero.


















Como ya he comentado, de regreso a casa hicimos escala en Düsseldorf, una ciudad alemana con una arquitectura moderna sorprendente, que recorrimos durante unas cuantas horas y me sorprendió gratamente.
















Y hasta aquí el relato de nuestro último crucero, las escalas y los lugares que hemos visitado antes y después de embarcar. Lo hemos disfrutado muchísimo y
espero que vosotros lo hagáis también con las fotografías y la lectura de este blog!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en este blog.