Crucero por Alaska - VANCOUVER
Publicado el 15 de septiembre de 2015 por Alicia.
Vancouver es una ciudad muy extensa, con grandes áreas residenciales pero con un downtown fácil de recorrer. Su arquitectura es muy variable pero predomina el cristal en sus edificios, algo que hace que las estancias sean muy luminosas.
Para moverse en el centro de la ciudad lo mejor es el transporte público. Hay un pase para un día completo que resulta muy cómodo y económico si se piensan hacer varios viajes.

En el centro de la ciudad encontramos Robson Square y alrededor diversos edificios emblemáticos y muchos centros comerciales. Las calles adyacentes también están llenas de tiendas turísticas y de firmas muy conocidas.
Un edificio destacable por su arquitectura es el hotel Fairmont, con su tejado de color verde, es uno de los lugares de referencia de la ciudad.

Mi paseo continúa por el puerto donde se encuentra el Centro de Convenciones y Canada Place, un lugar multifuncional donde se encuentra también un hotel y la terminal de cruceros. También se pueden ver muchos hidroaviones que realizan excursiones por los alrededores o bien servicios de taxi a poblaciones cercanas.
Resulta muy agradable dar una vuelta por False Creek, una entrada de mar por la que  se puede navegar con unos pequeños barcos que hacen diversas paradas y con los que podemos llegar hasta Granville Island.

El tranquilo barrio de Yaletown y la colorista Davie st resultan muy agradables y podemos acercarnos hasta la playa de Vancouver, English bay.  Desde aquí al magnífico parque Stanley, un gran pulmón en pleno centro de la ciudad que alberga numerosas atracciones como el acuario, diversos Tótems e infinitos caminos para recorrerlo a pié o en bicicleta. Las vistas desde el parque del skyline de la ciudad, son una maravilla.

Gastow es un animado barrio que tiene una bonita arquitectura y como mayor atracción, un reloj de vapor . Una zona a tener en cuenta para dar un paseo o sentarse en la terraza de alguno de sus bares. Chinatown, el segundo barrio chino más grande de Norteamérica, cuenta con algunos monumentos destacables como el jardín Sun Yat-Sen.

A todos los lugares podemos llegar con autobús, barco o monorraíl y también caminar por los diferentes barrios disfrutando del ambiente de la ciudad, su gente y todo lo que la ciudad ofrece.

Unas fotos de la ciudad.

Crucero por Alaska
Publicado el 23 de agosto de 2015 por Alicia.

Acabo de regresar de un crucero por Alaska a bordo del Statendam de Holland América. Ha sido mi primer crucero con esta compañía y he de decir que la experiencia ha sido muy buena.
El crucero ha tenido una duración de 15 días con salida y regreso a Seattle pero siempre que me traslado a tantos quilómetros, intento aprovechar antes o después del crucero para visitar algún lugar más. En esta ocasión la visita fue a la ciudad de Vancouver y Seattle antes de embarcar.

Los vuelos los realicé a la ida con KLM y el regreso desde Seattle con Delta y después el enlace, con KLM. Ambas compañías tienen buen servicio y en los vuelos largos proporcionan todo lo necesario. Tan sólo hubo la pega y es que el vuelo de Delta salió con retraso de Seattle y el tiempo de enlace en Ámsterdam fue muy justo. Eso se tradujo en que tuviera que correr por la terminal para hacer el cambio pero no dio tiempo a que se hiciera el cambio de maletas y llegaron un día más tarde. Un mal menor.
Para trasladarme de Vancouver a Seattle el transporte elegido en esta ocasión fue el tren. La compañía americana Amtrak realiza ese trayecto que tiene una duración de 5 horas y que resulta más cómodo que las interminables colas y esperas en los aeropuertos. Los trámites se pueden realizar desde una hora y media antes a la salida del tren y en la misma estación de Vancouver toman tus datos, te hacen la foto, etc… todo lo necesario para inmigración y facturas las maletas de gran tamaño que te serán entregadas en destino. Después, en el momento en que se cruza la frontera de USA, simplemente pasa un empleado de aduanas revisando los pasaportes. Realmente, resulta mucho más cómodo que el avión.

Como ya he comentado, antes de embarcar visité las ciudades de Vancouver y Seattle durante unos días y pude disfrutar de sus atracciones, su arquitectura y el ambiente de sus diferentes barrios.
Son ciudades tranquilas y extensas pero con bastante movimiento. En ambas se pueden encontrar gran número de turistas y eso también viene dado porque tanto Vancouver como Seattle son dos de los puertos de partida más importantes para los cruceros en Alaska.

El Statendam es un barco de tamaño pequeño, sobre todo si lo comparamos con las dimensiones de las últimas construcciones.  Por ese mismo motivo resulta un barco muy cómodo, todo está cerca y no hay que hacer grandes caminatas para llegar a nuestra cabina. Eso sí, para aquellos que como a mí,  les guste caminar contemplando el mar, el Statendam conserva una excelente promenade que permite rodear todo el barco, algo que en las últimas grandes construcciones se está perdiendo.


La decoración del barco es sobria y elegante, nada recargada y en muy buen estado de conservación. Tiene muchos salones que ofrecen diferentes ambientes y una mayor privacidad. Hay varias cubiertas con autoservicio de lavandería y he de reconocer que resulta muy exitoso pues estaban en funcionamiento constantemente. Es sorprendente su gran biblioteca, con mucho espacio para la lectura, bien iluminada y con un considerable número de ejemplares en varios idiomas, incluido el castellano. Posee una piscina con cubierta retráctil que permite el baño durante la travesía a presar de que las temperaturas son muy bajas por aquellos lares. Quizás lo que menos me ha gustado ha sido el teatro, ya que se trata más bien de una sala de fiestas y la leve inclinación no permite en ocasiones una buena visión. Eso sí, los espectáculos son sencillos pero muy bien elaborados y cuenta con un equipo de cantantes considerable.
El servicio es correcto. Camareros y asistentes de cabina son mayoritariamente indonesios y filipinos. En el mostrador de atención al cliente se puede encontrar personal de habla hispana y tanto el diario de a bordo con las actividades diarias como el menú, lo facilitan en castellano.
La comida está muy bien tanto en el buffet como en el restaurante. En mi caso utilicé el turno fijo de cena aunque se puede optar por el turno libre y cenar a la hora que convenga dentro del horario propuesto.
Y en cuanto a la animación, el programa diario ofrece diferentes actividades, charlas sobre los lugares que se visitarán, charlas culinarias, varios pases de cine y actividades dirigidas por el equipo de animación que resultan bastante divertidas.

Holland América atraca en el Pier 91. La terminal es bastante grande y además ofrece consigna de equipaje. Se puede acceder en taxi o con el autobús 24 o 33, aunque hay que remarcar que el servicio de autobuses en Seattle es lento y las esperas, en ocasiones, pueden ser largas. Además, la parada de autobús se haya sobre un puente y hay que subir unas escaleras por lo que puede ser útil sólo si se viaja sin equipaje.
El embarque empezó a las 12h y fue rápido y ordenado. Una vez entregas la documentación y te dan las tarjetas de la cabina, también te asignan una letra por la cual te llaman para el embarque. Esperas en una amplia sala que en mi caso resultó de no más de 30  minutos. La cabina está lista en el momento del embarque.
El desembarque también es rápido. Simplemente hay que bajar del barco directamente a la hora asignada, sin esperar en zonas comunes ya que te permiten el uso de la cabina hasta la hora asignada para el desembarque. Además se puede solicitar el desayuno en la habitación en ese día, algo que otras compañías no permiten por tratarse de un día de desembarque.
Una vez en la terminal hay que pasar el proceso de inmigración que resultó bastante rápido también y recoger el equipaje que está dispuesto ordenadamente por colores.

La ruta de este crucero fue lo que me animó a realizarlo. Pocas compañías realizan cruceros de 14 días sin repetir escalas y además con salida y regreso al mismo puerto. Las escalas son muy interesantes y la ruta en general, una maravilla. El paisaje y los lugares que se recorren son fascinantes.


Y ya para finalizar, sólo decir que es un crucero muy recomendable, tanto el barco como la ruta que se realiza. Ya he dicho que era mi primer viaje en Holland América y espero que no sea el último. El estilo de la compañía me ha gustado y a pesar de que cada compañía tiene sus particularidades buenas y menos buenas, lo encuentro bastante similar a Princess o Celebrity.
He disfrutado mucho tanto del crucero como de los días previos que he pasado en Vancouver y Seattle. El clima ha sido bastante benigno y definitivamente, un crucero por Alaska, es uno de los destinos más sorprendentes que podemos encontrar.