Crucero Capitales Bálticas - COPENHAGUE
Publicado el 19 de septiembre de 2015 por Antonio.


Una de las cosas que más ha llamado mi atención de las capitales nórdicas es la luz, será porque el aíre es más limpio, será porque el sol incide en otro ángulo..., el caso es que la luz, aquí, tiene algo especial, los colores son más vivos, especialmente después de llover si luce el sol, las imágenes son muy bonitas.


De las tres capitales nórdicas Copenhague es, para mí, la más acogedora y la más agradable ya que te permite descubrirla a pie, paseando sin prisa por sus calles o realizando una agradable travesía en barco por sus canales.

La descripción de esta escala no corresponde a este crucero ya que conocíamos Copenhague de viajes anteriores y en esta ocasión no teníamos tiempo para visitarla. Por eso tomamos un taxi directo del avión al barco, con la anécdota de que coincidimos con una maratón y fue una autentica odisea llegar al puerto. Dicho esto, os relato nuestra anterior estancia en esta bonita ciudad.

Junto a la estación central de ferrocarril se encuentran los jardines Tivoli y el parque de atracciones del mismo nombre, que ha conservado intacto su esplendor retro, es algo único que no puedes dejar de visitar, a mi personalmente es uno de los lugares que más me impactó. Los jardines por su parte están salpicados de edificios singulares y terrazas para tomar algo.


Adosado al parque Tivoli está el Ayuntamiento y su gran plaza con una fuente del dragón muy bonita. Para los amantes de las curiosidades, el ayuntamiento alberga el Reloj astronómico de Jens Olsen

Atravesando el canal llegamos al bonito barrio de Christianshavn, antiguo barrio de la clase obrera con pequeños canales, casas pintadas de vivos colores y barcos atracados.


Aquí se encuentra la Iglesia barroca de Nuestro Salvador (Vor Frelsers Kirke), que tiene un campanario peculiar con una escalera exterior que le da un aspecto de "torre de Babel" que quiere llegar al cielo. En su interior barroco destaca un magnifico órgano.


Cruzando otra vez el canal, esta vez por la calle "Torvegade", nos encontraremos a mano derecha con uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la Bolsa, con su fachada de ladrillo rojo y techos verdes, destaca además por su chapitel en forma de espirar que se eleva hacía el cielo y que puede verse desde casi cualquier punto de la ciudad.

Desde aquí, a unos 15 minutos caminando en dirección al la fortaleza de Kastellet, pasamos por el Palacio Amalienborg, con su grandiosa plaza adoquinada.

Alrededor de la fortaleza se encuentra el parque Churchill y la fuente Gefion, tendréis que pasar por ambos para llegar a la famosa Sirenita, preciosa, con esa figura tan elegante, con la mirada perdida no se sabe bien donde, llena de inocencia y ternura. Si no veis la Sirenita no habéis estado en Copenhague.


Volviendo de nuevo hacia el centro podemos ver el Castillo de Rosenborg, construido también con ladrillo rojo y techos verdes, que cuenta con el aliciente adicional de su magnifico jardín y un semi foso que realzan aun más la belleza de este conjunto.


Otra atracción que merece la pena visitar es La torre redonda, construida como observatorio astronómico es parte de la Iglesia de la Trinidad y tiene unas fantásticas vistas de la ciudad.

En todo caso como siempre, lo mejor es que lo veáis vosotros mismos, venid a Copenhague y pasead, os dejo algunas imágenes para animaros.

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